El flautero de Hamelin

En el reino de Hamelin se repite por segunda vez la invasión de ratas y ratones; comen toda la harina del reino, dejando sin comida a todos los habitantes de Hamelin.

Los monarcas ofrecen una recompensa a quién consiga limpiar el reino de los roedores. 

Un joven valiente se ofrece, asegurando que las melodías de su flauta, además de otros poderes, a llevarse a las ratas y ratones. Y lo prometido se cumple.

Los Reyes se niegan a pagar al Flautista, y encima le llaman Flautero. Esto le enfada tanto que usa la flauta para algo más que llevarse a los ratones, como por ejemplo para que los monarcas y la panadera bailen sin parar.

Esto lo consigue gracias a la ayuda de los ratoncillos, de los niños del pueblo y sobre todo de los niños del público.